NOBUHIKO OBAYASHI - NAKASENDO (1963).

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El mundo está lleno de fantasmas, espiritus en las rocas, viajando por la autopista, en medio de los bosques u observándonos desde el techo de la habitación; espíritus cuya configuración solo existe en nuestro cerebro, como si fuera la ultimativa forma de persepción a la que somos capaces. Quizás mientra se fragmente esta locación infinita o mientras que se observe lo básico, la roca, la linea, las nubes, sea claro que auqueyo a donde queremos ir es indefinible. Y de alguna manera también se hace claro el absurdo que el Zen promulga.

Este magnífico corto de 1963 es una muestra muy interesante de manejo de ritmo en un cortometraje, dado a su carácter progresivo; además es interesante como sutilmente trata de uno de los temas principales de la cinematografía japonesa, el encuentro entre lo antiguo y lo moderno, tanto social como metafísicamente, ya que este corto es un ejemplo temprano de una ontología del objeto japonea que poco a poco fue transportada a la máquina, o sea este corto es uno de los predecesores de películas populares como Tetsuo, Ghost in the Shell o algunas de Miyazaki. Claro no hay que quitar el crédito que este tema ya era tratado anteriormente por Ozu, entre otros, no obstante lo importante de este cortometraje en partícular es que por medio de la utilización del cine experimental le da nuevas dimensiones al problema, quizás, arriesgándome a sobreinterpretar, metafísicas.