Teddy

En los buses de esta ciudad tratan de vender de todo; uno tras otro suben los vendedores ambulantes, ofreciendo canciones, maní endulzado, o esferos con el costo que uno quiera darles – es como en una subasta, el comprador determina el costo del artículo, pero aca no hay tanta competencia; nadie compite contra mi, exceptuando claro, mi conciencia. Hoy o en 7 años, se subirá un Hippie viejo y oscuro, de esos con una calva que dice, yo me clave a tu hermana la hippie enseñandole sexo tántrico; empezará a hablar de la universalidad del ser, de la virtualidad del mundo y de la necesidad de la meditación; sus productos ayudarán hasta al más escéptico; libros, inciensos, ídolos, facilitarán el acercamiento al Brahman. Un pasajero capitalista y católico, totalmente fascinado por su retórica, se levantará de su asiento y le clavará un cuchillo en el vientre. Lector; ¿Por qué lo mataste?